Hay momentos específicos que marcan tu vida de una u otra forma, sean buenos o malos, pero que siempre dejaran una lección para que crecer o aprender. Esos momentos que llenan de felicidad o que simplemente te llenan de libertad y de amor por la vida, esos momentos que tan solo recordarlos erizan la piel y te dan ganas de regresar a el mismo lugar, a la misma hora, rodeado de la misma gente, la misma vista, las mismas cosas.